Fue uno de los lanzamientos más esperados del año, por su conexión con la popular saga y por la gama de artistas invitados. Sin embargo, cae en la contradicción de ser un excelente disco pero cede al mercado en algunos tracks.
Todo arranca con Death Cab of Cutie y la hipnótica “Meet me on the equinox”, quizás una de las que mejor refleja la intención de esta película, donde Bella es obligada a un quiebre con Edward e intenta conocer a Jacob (“Let me give my love to you Let me take your hand, As we walk in the dimming light, Or darling understand”).
Este trabajo contiene 15 canciones más dos bonus track, de la mano de los españoles No way out con el tema “Sed” y la mexicana Ximena Sariñana con su melancólica interpretación de “Frente al mar”.
Para bajar las revoluciones aparecen los ingleses Band of Skulls interpretando “Friends”, que con un sonido más simple cumple casi al dedillo con la fórmula pop (con rock en este caso) de los 3 minutos.
Desde la misma isla desembarcó Thom Yorke para interpretar “Hearing Damage”, una canción más cercana a cómo comenzó a sonar Radiohead en el período de Kid A y Amnesiac, algo más sofisticado para esta banda sonora donde continúa la colaboración entre el músico y los vampiros, que comenzó en Crepúsculo con “15 step”.
Los altibajos de los protagonistas también alteran la línea rítmica que eleva a quienes la escuchan a distintos estados emocionales. Ejemplo de ello es The Killers, que continúa con “A White Demon Love Song”, una balada que pretende calmar los corazones agitados por la tensión con frases como “She likes the way he sings, White demon love songs in her dreams”.
Por otro lado, Muse adorna el abanico con “I belong to you” extraída de The Resistance (2009) que tiene tintes de locura y circo, más cercanas a una película de Tim Burton. Ok Go se la jugaron con “Shooting The Moon”, mientras que Editors, ejecuta “No Sound But The Wind”, canciones que en cierto modo recuerdan a Morrissey en sus buenos tiempos.
La banda sonora de New Moon entrega más intensidad que su antecesora, al igual que lo que ocurre en la cinta, pero falta el riesgo ya que si se atrevieron a poner en vitrina a “chupasangres existencialistas”, que la vida eterna también alcance para el rock.
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